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SOCIEDAD

7 de julio de 2021

Murió Carlos Reutemann a los 79 años

El Lole" fue uno de los más grandes pilotos de la historia de la Fórmula 1. Inteligente y cerebral, tuvo una carrera exitosa en la década del '70

En una década, la del '70, donde brillaron Maradona, Vilas y Monzón, Reutemann formó parte de esa elite.

Los argentinos nos acostumbramos a seguir la Fórmula 1 durante una década gracias al talento del Lole.

Como de costumbre en nuestro país, el exitismo de algunos, hijo dilecto de la ignorancia, forjaron el estigma del eterno segundo.

El tiempo, juez natural de todas las causas, lo puso en su lugar, la grandeza del Lole fue inobjetable 

Desde su retiro, ningún piloto argentino logro sobresalir en la máxima categoría del automovilismo Mundial.

Carlos Reutemann nació en Santa Fe el 12 de abril de 1942. Fue conductor de Fórmula 1 de 1972 a 1982.  Apodado "El Lole", era cerebral, rápido, un caballero de las pistas.

En su carrera en la máxima categoría obtuvo 12 victorias puntables, dos no puntables, y seis pole positions, en 144 carreras, a pesar de haber sido segundo piloto de equipo varias veces.

Todo un éxito si se lo mira con los ojos de hoy.

Debutó en el automovilismo en 1965, en una carrera de Turismo Mejorado en La Cumbre (Córdoba), a bordo de un Fiat 1500.

Reuteman logró su primer triunfo en esa categoría, ese mismo año en Villa Carlos Paz.

Campeón de Turismo Nacional en Argentina durante varias temporadas, a fines de los ’60 incursionó en otras categorías con gran éxito, lo que le permitió viajar en Europa en 1970, con éxito inmediato: fue subcampeón del Europeo de Fórmula 2 en 1971, y Brabham lo contrató para debutar en Fórmula 1 en 1972.

El Lole, sorprendió a todos al conseguir la pole position en su primera carrera, en el Gran Premio de Argentina, delante del campeón Jackie Stewart.

En apenas tres años, Reutemann había saltado de las pistas sudamericanas a la primera posición de largada en la F-1.

Esta rápida adaptación al más alto nivel contrastaba con el hecho de haber debutado en el automovilismo recién a los 23 años, y haber llegado a la Fórmula 1 a los 30 años, cuando muchos pilotos ya tienen la mayor parte de su carrera en el pasado, mientras que “Lole” recién iniciaba la suya.

Tras buenos resultados parciales en 1972 y 1973, en 1974 ganó en Kyalami (Sudáfrica) Austria y Estados Unidos, con el Brabham BT44, sumando otra victoria en 1975 en Alemania.

La primera victoria puedo haber llegado antes, el 13 de enero de 1974  en el Gran Premio de Argentina, cuando punteaba con comodidad, le faltaba media vuelta para ganar y se quedó sin combustible, ante 100 mil espectadores.

“Dos horas para aplaudir, Dos minutos para llorar”, así título El Gráfico la crónica de la carrera.

En 1975 ,tuvo una serie de podios que le permitieron llegar en el tercer lugar final del campeonato, tras Niki Lauda y Emerson Fittipaldi.

En 1976 la cosa cambió. El nuevo Brabham con motor Alfa Romeo no tenía buen rendimiento y Reutemann no estaba contento en el equipo.

El terrible accidente de Niki Lauda en Alemania le abrió la puerta a Ferrari, donde terminó la temporada en un tercer auto y reemplazó a Clay Regazzoni a partir de 1977, año en que ganó en Brasil y llegó cuarto en el campeonato.

Tras ganar el Mundial ’77 Lauda se fue a Brabham, por lo que Reutemann quedó de primer piloto, acompañado de un joven canadiense llamado Gilles Villeneuve.

Pese a ser tercero y ganar en Brasil, Gran Bretaña y las dos carreras en suelo americano (Long Beach y Watkins Glen), Reutemann ya no estaba en buenos términos con Ferrari y se fue a Lotus, equipo que había dominado la temporada ’78 y que había perdido al sueco Ronnie Peterson tras su muerte en Italia.

Lotus fue otra decepción. Tras dominar holgadamente el año anterior, apenas le alcanzó al argentino para sumar cuatro podios, con un rendimiento que iba en franco descenso a medida que avanzaba la temporada.

 Frustrado, aceptó irse a Williams en 1980 para apoyar a Alan Jones, quien logró ganar el primer campeonato para la casa inglesa. Reutemann fue tercero otra vez, con una buena victoria en Mónaco.

Todos recordamos el llanto del recordado relator Hector Acosta, cuando el piloto santafesino recibió el banderazo final.

En 1981, Reutemann pensó que lucharía de igual a igual el campeonato con Jones, pero las cosas no salieron bien.

El equipo le ordenó ceder la victoria en Brasil al australiano, pero Reutemann se negó y ganó nomás.

En la celebración no estuvo Jones, ni tampoco ningún mecánico de Williams; a partir de ahí se vivió un ambiente enrarecido durante todo el año.

El argentino ganó en Bélgica y sacó una ventaja importante al frente del torneo, pero fue lentamente perdiéndola (entre rumores de que el equipo intentaba perjudicarlo secretamente) hasta que llegó a la última carrera del año, en Las Vegas, con un punto de ventaja sobre el Brabham de Nelson Piquet.

Alan Jones, a esta altura, ya no tenía chances de ganar el campeonato.

Reutemann y Jones rompieron motor en la clasificación. Había uno nuevo y uno usado; “Lole” pidió el nuevo pero Frank Williams se lo dio a Jones. Piquet fue quinto y el argentino octavo, con lo que el brasileño se quedó con el título por un solo punto sobre su rival. Jones ganó la carrera y anunció su retiro.

Años más tarde se le preguntó a Reutemann si nunca consideró la posibilidad de colisionar con Piquet cuando éste hizo la maniobra para superarlo, tal como hicieron y harían otros pilotos, sabiendo que esa manera se hubiera consagrado campeón. La hidalguía y caballerosidad deportiva de Reutemann quedó de manifiesto cuando respondió: "No hubiera soportado ganar un campeonato de esa manera" Fuente Infobae

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