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LOCALES

8 de marzo de 2016

Conflicto

En el hotel termal y restaurante de la laguna de Guatraché

Los concesionarios del lugar -como consecuencia de un convenio que se extiende por nada menos que 35 años y sin beneficio económico para el municipio- le adeudan dinero a sus trabajadores, pero también a las empresas que hicieron obra y a los comercios del pueblo.

El concesionario del hotel y del restaurante de Guatraché, vinculado a las termas de la localidad, quedó en el centro de un conflicto que se generó en la localidad, a partir de que unas dos decenas de trabajadores no perciben sus pagos desde el mes de diciembre. También hay una deuda con proveedores del pueblo y con contratistas que hicieron obras en el lugar y que reclaman unos $300.000.

La madre de todo el conflicto tiene vieja data: el contrato de concesión con la firma a cargo del hotel y el restaurante tiene una extensión de nada menos que 35 años. Sí: tres décadas y media. Además, la Municipalidad no cobra un peso por esa contraprestación. El acuerdo se gestó en el año ‘99, cuando el intendente de Guatraché era Héctor Rolando.

El actual intendente, Sergio Arrese, del Frente Pampeano, admitió en diálogo con El Diario que “la situación es de preocupación, porque no es bueno el conflicto”. La circunstancia también generó la intervención del Centro de Empledos de Comercio, a partir de las consultas que hicieron algunos trabajadores, que no encontraban otro paraguas legal.

El subsecretario general del sindicato, Rodrigo Genoni, describió la situación con inquietud y confirmó que a unos 20 trabajadores se les adeudan los sueldos desde el mes de diciembre.
El concesionario actual es Néstor Ariel Bender, a partir de haberse asociado con los empresarios que fueron adjdicados originalmente, de origen húngaro y de apellido Laszlo. El artículo 8 del convenio permite asociarse con otras empresas o personas.

“Es preocupante que este sea el reflejo de los modos en que se concesiona la laguna”, insistió Genoni. Además remarcó que hay un engaño a los propios turistas, ya que se les hacen promesas que no se cumplen y se les cuenta la existencia de infraestructura que brilla por su ausencia.

El concesionario contrató a firmas que hicieron obras y en ese caso la deuda es abultada. Los involucrados en el conflicto calculan que podría tratarse de hasta medio millón de pesos.

A partir de la aparición de Bender como asociado a la concesión, se notaron algunas inversiones, “pero las hubo a costillas de los pobladores y los laburantes”, insistió Genoni. La mayoría de los trabajadores aparecen en condiciones irregulares, dijo.

El intendente Arrese explicó que desde la comuna advirtieron al empresario, junto con los concejales. Confirmó los “reclamos laborales” y los “reclamos de carácter privado” de acreedores, en general comerciantes de la localidad. Mantuvieron una reunión también con ellos.

“El conflicto no es bueno y por eso hemos hecho los reclamos pertinentes, hicimos saber de nuestra preocupación. También pedimos que si hay quejas de los turistas, por incumplimientos, nos lo hicieran saber en nuestra página web”, destacó en diálogo con El Diario.

Lamentó que un contrato tan viejo y tan extenso le ate las manos. “Cuando se afectan estas cosas de la comunidad, el municipio es caja de resonancia”, dijo Arrese. Admitió que “esta empresa invirtió y hasta parecía algo positivo, porque en algún momento se pensaba en la rescición, era muy pobre la actividad. Pero ahora se les explicó que tienen que cumplir”, insistió.

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