La tradicional empresa productora y empaquetadora de manzanas Moño Azul anunció el cierre de su planta de frío en la localidad rionegrina de General Roca, por lo que despedirá a unos treinta empleados.

   Además de esta planta que ya ha dejado de operar, la marca tiene otras instalaciones donde empaqueta y conservada las frutas en cámaras frigoríficas propias en Villa Regina, Centenario y Vista Alegre Norte, en Río Negro.

   Ahora, el sindicato que representa a los trabajadores comenzó a discutir con la compañía las condiciones de los despidos, dado que la firma estaría dispuesta a pagar entre el 30% y 60% de la indemnización que, por ley, les corresponde.

   Versiones extraoficiales, que no fueron confirmadas por la compañía, indican que la oferta consistiría en una suma fija a ser dividida entre todos los operarios, aunque de confirmarse esta propuesta el gremio la rechazará.

María Emilia Soria, diputada nacional por Río Negro, presentó un escrito al secretario de Trabajo de Río Negro, Lucas Pica, y al ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, para que intervengan en el conflicto.

   "Como es de público conocimiento, la empresa Moño Azul ha despedido a 30 empleados en General Roca. Estas familias se suman a las víctimas directas de la crisis en que se encuentra la actividad frutícola", dijo la legisladora.

   Este caso se suma al de la compañía belga Expofrut, que a fines del año pasado cerró dos plantas de empaque en las ciudades de Roca y Allen, hechos por los que despidió a unos 260 trabajadores.

   Con el cierre de esas dos plantas, las cesantías alcanzaron a diciembre de 2016 a unas 1.080 personas en el sector frutícola del Alto Valle rionegrino, donde las empaquetadoras dicen que trabajan sin rentabilidad.

   Moño Azul venía procesando más de 80.000 toneladas de fruta fresca por año que empaca en sus dos grandes establecimientos ubicados en Vista Alegre Norte (Neuquén) y Villa Regina (Río Negro) y conserva en las cámaras de General Roca y Centenario.

   La firma tiene más de 2.500 hectáreas de tierras en las provincias de Río Negro y Neuquén, de las cuales aproximadamente 1.000 hectáreas están plantadas con frutales de pepita y carozo. (NA).