Una de las primeras diferencias que notaron los televidentes del canal estatal es que se terminaron las publicidades oficiales durante los entretiempos de los partidos. Este miércoles, mientras los futbolistas descansaban en los vestuarios del estadio Nagai de Osaka, la gerencia programó dos tandas en donde no hubo anuncios vinculados con la actividad del Estado.

La gestión de Cristina Kirchner, con Tristán Bauer como presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA), utilizaba el programa Fútbol para Todos para difundir actividades oficiales y, en algunas ocasiones, para criticar a dirigentes opositores.

De hecho, el año pasado un juez federal citó a declaración indagatoria a varios funcionarios de la gestión "K" para que den explicaciones por un spot que criticaba al gobierno de la Ciudad (en aquel entonces a cargo de Mauricio Macri) por una polémica suscitada en torno al traspaso del subte.

La impronta de la nueva conducción de la Televisión Pública parece ser otra. En los cortes de los partidos de fútbol ya no se ven funcionarios relatando las bondades del "modelo" ni publicidades del programa 6-7-8 con avances de informes que cuestionan a opositores y periodistas. Tampoco hay mensajes de los relatores vinculados a la política o a la defensa de la Ley de Medios.

Hoy, durante la televisación de River-Sanfrecce, se registró el regreso de las marcas privadas al fútbol. Por caso, se emitieron mensajes de Peugeot, Nike, Gatorade, Ford y Termidor, entre otras marcas.

El presidente Macri designó a Hernán Lomabrdi como titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos y al empresario Fernando Marín como responsable del Fútbol para Todos. Ambos dirigentes coincidieron en la idea de mantener las transmisiones gratuitas de los encuentros deportivos a cambio de mayor ingreso de auspiciantes privados.