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25 de julio de 2020

Las termas podrían tener un rol clave contra el Covid-19

Un estudio científico señala que los centros termales de la zona cuentan con un gran potencial para su tratamiento.

Mientras en distintas partes del mundo se discute y se pone a prueba la factibilidad y la efectividad del uso de diversas vacunas para combatir la pandemia de coronavirus, un recurso con el que cuenta nuestra región aparece como una posible solución o un bálsamo para quienes están infectados: las aguas termales.

   Si bien hasta el momento no existe una prueba irrefutable que el tratamiento termal permita eliminar el virus del organismo humano, un estudio presentado en la I Jornada Científica Virtual CaliMay 2020, en Cuba, plantea la posibilidad como una opción seria, haciendo un especial hincapié en las potencialidades de balnearios termales en la recuperación de personas afectadas por Covid-19 por medio de la hidrología médica. A esto, claro está, se le sumaría el factor turístico.

   El trabajo, que estuvo a cargo del licenciado en Turismo de la UNS -especializado en Termalismo-, el lurense Maximiliano Pérez Joos, junto a las doctoras Ana Fernández Núñez e Indira Villanueva Fernández -ambas pertenecientes a universidades cubanas- explica que en la recuperación de los pacientes confirmados de Covid, la salud ha de prosperar mediante el uso de las aguas mineromedicinales en balnearios termales, siempre que se adapten a las medidas de higiene y prevención establecidas. 

“Se ha planteado que el agua mineromedicinal estimula la inmunidad al liberar sustancias como las interleukinas, sobre todo en aguas sulfuradas y radiactivas. Estas tienen probable acción citoprotectora a nivel de aparato respiratorio frente a los fenómenos oxidativos tóxicos”, se explica.

   Al respecto, Pérez Joos destacó que el estudio plantea que tanto las aguas termales de Guatraché y Pedro Luro -y, por consiguiente, también las de Carhué- cuentan con los recursos hidromedicinales para tratar esta enfermedad y, lamentablemente, se están desaprovechando.

   “No existe una conciencia de salud en nuestros centros termales, ya que la mayoría de la gente lo entiende como algo recreativo. Además, ninguno de los que tenemos en la zona cuentan con médicos hidrólogos, como sí ocurre en Copahue (Neuquén) o en España. Entonces, no podríamos hablar de tratar a personas con esta enfermedad si no hay profesionales médicos” 

La crisis del sector termal en la región

 

   En ese sentido, señaló que esto no busca sustituir la medicina moderna en el tratamiento de la enfermedad, sino más bien sumar un elemento complementario a ella.

   “Es necesario reorganizar y ajustar los servicios turísticos de salud a la situación mundial y adaptar las medidas de seguridad sanitaria sumando nuevos hábitos en las personas que visiten balnearios termales, como usar espacios al aire libre en vez de lugares cerrados u optar por las bañeras de las habitaciones en lugar de piscinas termales abarrotadas, por ejemplo”, indicó.

   Pérez Joos señaló que en centros termales españoles, por ejemplo, lejos de ver al Covid-19 como enemigo, lo han interpretado visto como una oportunidad para desarrollarse más.

“Ofrecen nebulizaciones con agua termal, para limpiar vías respiratorias, más allá del coronavirus. Pero esto aún no puede ocurrir en Argentina, porque no hay una conciencia social respecto de la hidrología médica”, dijo.

   Sin embargo, consideró necesaria una decisión tanto política como de los propietarios de los centros termales respecto de sumar la cuestión de la salud a estos lugares, más allá del aspecto lúdico.

   “Esto sería beneficioso para la población y también redituable, porque se incluiría el segmento de las personas que deben tratarse por temas de salud.

   Además, las aguas termales que hay en la región permitirían este tipo de tratamientos. El potencial existe”, explicó. 

Es necesario un estudio acorde e involucrar al Estado

 

   El titular del Complejo Termal y Lúdico Mar de Epecuén, en Carhué, Rubén Besagonill, señaló que si bien es reconocido que las aguas del lago -y el vapor que emiten a determinadas temperaturas- son beneficiosas para problemas respiratorios, es necesario involucrar al ministerio de Salud, que este realice un estudio científico al respecto y después las recomiende.

   “No lo podemos estar diciendo nosotros. Necesitamos un asidero científico real y legislación acorde para hacerlo sin caer en trampas jurídicas. No podemos decirlo porque sí”, señaló, respecto de la posibilidad de que las termas sirvan como tratamiento efectivo contra el coronavirus.

   De cualquier modo, reconoció que la investigación plantea una posibilidad real  que “la gente lo ha hecho toda la vida en Epecuén”. 

Por otro lado, señaló que los complejos hidrotermales han evolucionado hacia propuestas lúdicas, pero sin dejar de lado la propuesta de salud.

   “Antes, los hidrotermales parecían un hospital grande, con una bañera con cada habitación. Hoy la gente elige el baño colectivo, donde pueda tratar con otras personas”, señaló.

   “Nunca dejamos de hablar de la salud, pero estratégica y comercialmente hay que venderlo de alguna manera que la incluya, porque la gente viene principalmente por el stress. Esto es algo que habrá que tener en cuenta cuando pasen la pandemia y el aislamiento”, añadió Besagonill.   Los investigadores: Maximiliano Pérez Joos es actualmente estudiante de posgrado en la Universidad Nacional de Quilmes; Ana Fernández Núñez es doctora, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque, en Cuba, y especialista en Medicina Natural y Tradicional, mientras que Indira Villanueva Fernández es doctora, especialista en Medicina General Integra en la Universidad de La Habana, Cuba.  fuente La Nueva

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