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SALUD

13 de marzo de 2018

Inédita cirugía de un tumor cerebral a un nene de 3 años

El caso de Mateo Ezequiel Rodríguez, de tres años, que vive desde hace dos años junto a su familia en Quemú Quemú, es inédito en La Pampa.

La operación se hizo el pasado 16 de febrero y el pequeño ya tiene el alta médica. “Nosotros somos cristianos, desde el primer momento confiamos en Dios... Así que estamos muy agradecidos de que nos puso a los mejores médicos en el camino”, destacaron sus papás.

El caso de Mateo Ezequiel Rodríguez, de tres años, que vive desde hace dos años junto a su familia en Quemú Quemú, es inédito en La Pampa. No solo porque es el protagonista de la primera operación de un “tumor de fosa posterior” en la provincia, sino porque además la enfermedad que padecía se da -según la estadística- en una persona cada trescientas cincuenta mil, es decir, la misma cantidad de habitantes que pueblan el territorio pampeano.

“Así viene siempre, desde el primer día, vestido de Súperman, como a él le gusta”, le cuenta a El Diario el médico neurocirujano Mauricio Telechea mientras le toma la mano y el pequeño “Supermateo” le suelta una sonrisa tímida, recostado sobre los brazos de su papá, pero de oreja a oreja.

La cirugía se hizo el pasado 16 de febrero y ayer a la mañana tuvieron una nueva consulta de un seguimiento médico que a medida que pase el tiempo será más espaciado.

“Nosotros somos cristianos, evangélicos, desde el primer momento confiamos en Dios... Así que estamos muy agradecidos de que nos puso a los mejores médicos en el camino”, destacaron sus papás, María Marchetti y Alejandro Rodríguez, oriundos de Mendoza.

Telechea, de 37 años, junto a su colega Pablo Villanueva, y el resto del equipo que compone el área de Neurología del Hospital “Dr. Lucio Molas” fueron los artífices de la inédita cirugía. El primero es oriundo de Santa Rosa, estudió en Córdoba y realizó su residencia en el Hospital Posadas. El segundo es salteño, estudió en Tucumán y sus primeros pasos en la medicina los dio en su tierra natal. Ambos trabajan en Salud Pública desde principios del mes de febrero, pero no forman parte de la planta permanente: lo hacen a través de un artículo 6º.

Telechea explicó que “los tumores de fosa posterior en el cerebelo son tumores que en la parte pediátrica son de los más frecuentes aunque no en nenes tan chicos como en este caso. En general es una patología que suele darse a partir de los cinco años”.

“De acuerdo a la estadística es algo que se da en una cada trescientas cincuenta mil personas”, precisó Villanueva.

“Los síntomas son cefalea, vómitos, trastornos en el movimiento ocular... Depende, hay distintos síntomas. Es complejo de detectar sobre todo en aquellos nenes que no se pueden expresar mucho”, añadió. 

Un antes y un después

- ¿Cómo surgió la decisión de operar al nene acá, cuando era algo que nunca se había hecho? -le consultó este diario a Telechea.
- Nos llamaron de General Pico porque estaban con este paciente, con este nenito, con una imagen que parecía un tumor en la tomografía. Hablamos con la neuróloga infantil y lo trajimos. Analizamos la cuestión y decidimos hacer la operación.

- ¿Cuánto tiempo duró ese proceso?
- Fue todo muy rápido. Ellos vinieron un viernes de un fin de semana largo pero no conseguimos hacer la resonancia hasta el miércoles... Y lo operamos el viernes siguiente.

- ¿Tenía riesgo de vida el nene?
- Sí, por supuesto. Por lo que venimos hablando con la patóloga el tumor es benigno, pero es algo que hay que operar sí o sí. Estaba en riesgo de vida, así de simple. Porque ese tumor al ir creciendo puede generar diferentes consecuencias.

- ¿Esto significará un antes y un después para la salud pública en la provincia?
- Creo que sí, creo que la importancia de esto radica no solo en la operación sino también en la situación que se da en la provincia, donde la internación pediátrica es muy limitada y prácticamente toda esa situación recae en el sistema de salud público. Ahora yo estoy acá por una licencia de maternidad de la doctora Alfonso, veremos cuando se reincorpore cómo podremos aceitar todo esto. Yo estoy en el ámbito privado pero el tema de la salud pública es algo que siempre me interesó... De hecho todavía formo parte de un equipo en Buenos Aires, donde viajo a operar.

- Esta operación se hizo con todo un equipo también...
- Sí, por supuesto... Acá tuvo un papel muy importante el anestesiólogo, el doctor Domínguez, y todo el equipo de Pediatría. Fue un trabajo en conjunto.

“Agradecimiento infinito”

“Les queremos agradecer a todas las personas que nos apoyaron, tenemos un infinito agradecimiento con todos los que nos acompañaron en la oración, a los que nos conocían y a los que no, y a toda la familia, por supuesto, que siempre estuvo con nosotros”, destacaron María Marchetti y Alejandro Rodríguez -los papás de “Supermateo”- ayer en una entrevista con El Diario.

Ella trabaja limpiando casas y él, como empleado rural. Además, tienen otros tres hijos: Matías (9), Micaela (8) y Martín (6). Viven en Quemú Quemú desde hace dos años, cuando llegaron procedentes de Mendoza. Fue en búsqueda de un trabajo que, finalmente, le consiguió en un campo su hermana, que ya estaba radicada en La Pampa. 

“Los primeros síntomas en Mateo aparecieron el 7 de febrero... Le notamos una pequeña desviación en un ojo y le aparecieron vómitos y dolores de cabeza”, contaron.

Lo primero que le diagnosticaron en la localidad fue una gastroenteritis. “A mí no me cerraba porque justamente esa semana yo había estado cocinando comida liviana, así que decidimos ir a una interconsulta a General Pico el día viernes a la mañana. Ahí le hacen una tomografía y le descubren una mancha extraña, así que ese mismo día a la tarde ya estábamos acá internados en el Hospital Molas”, destacó la mamá del pequeño.

Los días que siguieron fue un fin de semana largo. No pudieron completar los estudios necesarios para la operación de “Supermateo” hasta el miércoles siguiente. Finalmente lo operaron el viernes 16. El nene estuvo un día y medio en terapia. A la semana recibió el alta médica.

“Nosotros somos cristianos, evangélicos, desde el primer momento confiamos en Dios... Así que estamos muy agradecidos de que nos puso a los mejores médicos en el camino”, destacaron los papás del pequeño. 

También agradecieron “a la Municipalidad de Quemú Quemú y el intendente (Alfredo Fernández)”.

“Les queremos agradecer a todas las personas que nos apoyaron, a todos los que nos acompañaron en la oración, a los que nos conocían y a los que no, y a toda la familia, por supuesto que siempre estuvo con nosotros”, resaltaron.

Y apuntaron: “Les queremos aconsejar a todos los que tengan que atravesar por nuestra situación que confíen en Dios, que él todo lo puede hacer posible. Si ponemos nuestras pruebas en sus manos él nos cumple los anhelos de nuestros corazones. Y siempre insistimos con lo mismo, le queremos dar gracias a Dios por ponernos a los mejores doctores justo a tiempo y en el lugar preciso, porque Dios es así... Hace todo a su tiempo”.

Fuente El Diario

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