INTERNACIONALES
3 de noviembre de 2021
El triste final de Laika
la perrita enviada al espacio
En los años 50, Estados Unidos y la URSS se encontraban en plena carrera espacial. Pero los dos países sabían que enviar a un ser humano al espacio era muy riesgoso. Por ese motivo, se decidió experimentar con animales.
Rusia siempre estuvo un paso adelante en esa carrera espacial, y en aquella ocasión decidió experimentar enviando un animal al
espacio. Con ese objetivo, en Moscú se recogieron varios perros callejeros.
Se pensaba que estos canes estarían más preparados para un viaje espacial, ya que habían tenido que soportar condiciones de clima extremo y hambruna.
Entre esos canes se encontraba Laika, una perra de tamaño mediano y con un carácter tranquilo.
Los animales fueron sometidos a crueles pruebas. Eran colocados en centrifugadoras que simulaban la aceleración y el ruido de un cohete. También los encerraban en jaulas cada vez más pequeñas para que se acostumbren al tamaño de la cápsula espacial.
Justamente por su carácter apacible y su tamaño, la elegida fue Laika. Y un 3 de noviembre de 1957, finalmente realizó un viaje espacial a bordo del Sputnik 2.
Primero se dijo que Laika murió al agotarse el oxígeno en la cápsula en la que viajaba. Tuvo que pasar hasta 2002 para que se hiciera pública la verdadera causa de muerte de la perrita soviética.
Las autoridades rusas informaron que el animal murió a las pocas horas del despegue, presa de un ataque de pánico y afectada por un sobrecalentamiento de la nave.
El Sputnik 2 estuvo orbitando la Tierra durante 5 meses, y al reingresar en abril de 1958 se quemó al contactar con la atmósfera.
Se cuenta que el director del programa de entrenamiento de perros astronautas, Vladímir Yazdovsky, se llevó a Laika a su casa un día antes del lanzamiento y trató de proporcionarle unas últimas horas de paz y afecto humano antes del viaje. Sabía muy bien cuál sería su destino.
El Sputnik 2 fue la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra, y la primera que transportó material biológico. Su antecesor, el Sputnik 1, fue lanzado el 4 de octubre de 1957, convirtiéndose en el primer satélite artificial de la historia.
Belka y Strelka, los perros que vivieron para 'contarla'
El 19 de agosto de 1960, Belka y Strelka, otro dos pequeños perros callejeros, estuvieron un día completo en el espacio a bordo del Sputnik 5 y regresaron sanos y salvos.
Con ellos iban varios animales (un conejo grisáceo, 42 ratones, dos ratas), plantas y hongos. Se trató del primer viaje en el que todos sobrevivieron al regresar de la órbita Hoy Belka y Strelka se encuentran embalsamadas en el Museo de la Cosmonáutica de Moscú.
Argentina, otro protagonista de la carrera espacial
Nuestro país también experimentó con animales en el marco de su programa espacial, y en abril de 1967 envió al espacio a la rata Belisario.
De esa forma, se convirtió en el cuarto país del mundo en experimentar con seres vivos en el lanzamiento de cohetes, después de Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia, según señaló Diego Bagú, director del Planetario de la ciudad de La Plata.
Pero el caso más resonante tendría lugar el 23 de diciembre de 1969, cinco meses después de la llegada del hombre a la Luna, cuando la agencia espacial argentina, la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (hoy Conae) logró enviar al espacio al mono Juan.
Se trataba de un mono caí misionero, que tras un vuelo suborbital de 90 minutos, vivió dos años más en el Zoológico de Córdoba, donde se convirtió en la principal atracción. Fuente Cadena 3
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