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POLITICA

3 de septiembre de 2015

El debate presidencial que no fue

la noche de "la silla vacía"

En una Argentina conmocionada por el arranque de la escalada inflacionaria que desataría una crisis económico-social feroz, la expectativa pasaba por saber quién sería el sucesor de un Raúl Ricardo Alfonsín desgastado, que capeaba como podía el temporal que aceleraba el final de su gobierno.

Corría mayo de 1989 y el periodista Bernardo Neustadt impulsaba un debate público entre Carlos Saúl Menem y Eduardo César Angeloz, los dos principales candidatos a la presidencia; como escenario ofrecía su programa “Tiempo Nuevo”, un recordado ciclo televisivo que cada martes marcaba la agenda política nacional. Lo que nadie imaginaba es que la iniciativa iba a pasar a la historia como la noche de “la silla vacía”.

A 26 años de ese episodio, en la Argentina se vuelve a proponer que los aspirantes a la Casa Rosada confronten ideas, esta vez en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. En ese contexto, y ante las dudas que existen en torno a la presencia de todos los candidatos, resulta interesante reconstruir la trastienda del fallido debate de 1989

La periodista Clara Mariño era en ese entonces la productora del programa de Neustadt y fue la encargada de gestionar el encuentro entre los candidatos presidenciales. En diálogo con Infobae, la conductora radial y televisiva contó el detrás de escena de la ya célebre “silla vacía”, que quizá tenga su remake en 2015.

Estuvimos luchando y llamando, llamando y llamando, porque Menem se mantuvo durante dos meses en una zona de ambigüedad: decía ‘que sí, que no, que sí, que no’. Lo contrario a Angeloz, que desde un primer momento nos garantizó su presencia”, relató Mariño, antes de revelar en qué momento empezaron a tener la certeza de que el líder riojano faltaría a la cita.

La indefinición disparó una guerra de afiches y spots: los radicales presionaban para que el candidato rival fuera a discutir ideas y los peronistas recordaban los fracasos del gobierno de la UCR; de los dos lados usaban imágenes de sillas vacías.   Una semana antes de la fecha prevista para el debate, el candidato justicialista intentó hacer una tregua con Neustadt, que estaba muy enojado por su negativa a estar en “Tiempo Nuevo”; para lograrlo le hizo una promesa seductora. “La respuesta de Menem fue: ‘Ese día no voy a ir, pero el martes siguiente voy a estar como presidente de la Nación”, recordó quien en ese momento se destacaba como productora del ciclo político

Finalmente el dirigente de La Rioja faltó a la cita y el programa empezó con una imagen que pasó a la historia: la pantalla estaba dividida en dos; a la derecha se lo veía a Angeloz listo para debatir, pero a su lado sólo había un atril vacío con el nombre y apellido del político ausente.

Estamos esperando con el doctor Angeloz alguna comunicación del doctor Menem, yo todavía no la tuve, en cuanto la tenga se la hago conocer”, abrió el juego Neustadt. “Me imagino que es difícil hacer un debate sin que exista alguien, ¿se anima a conversar con nosotros mientras esperamos?”, consultó el presentador al candidato de la UCR.

Con mucho gusto, pero es realmente una pena, es lamentable la ausencia del doctor Carlos Menem. Creo que esta era una oportunidad brillante para que cada uno pudiera expresarle al país su punto de vista, su pensamiento, las ideas de lo que pretendemos hacer”, remató Angeloz.

A esa altura, la producción de “Tiempo Nuevo” y su conductor ya sabían que el representante del PJ no iba a estar en el estudio, aunque esa certeza recién la tuvieron un par de horas antes del inicio del programa, cuando llegó el “no” oficial. Para cerrar la historia de forma contundente, Neustadt craneó una última movida que resaltó la ausencia de uno de los candidatos y le puso título a una noche célebre para la política nacional.

Bernardo quiso que se dejara la silla vacía, fue una decisión absoluta de él”, señaló Mariño en diálogo con este medio. “En la Argentina, el que va ganando no debate y en ese momento Menem estaba arriba en las encuestas…”, sentenció antes de apuntar que hoy ve en esa misma postura a Daniel Scioli, quien aún no confirmó su presencia en la reunión de candidatos prevista para el 4 de octubre que organiza “Argentina Debate”.

A 26 años del fallido encuentro entre Menem y Angeloz, la entonces productora de “Tiempo Nuevo” le contó a Infobae que hoy lo recuerda “como un programa de enorme rating, con muchísima gente viendo una silla vacía”. Sin embargo, su expectativa para lo que viene es diferente.

“Hay que impulsar el debate porque es una herramienta valiosa. Me da la sensación de que  Scioli tiene las mayores dudas, aunque no estoy demasiado segura de si (una eventual ausencia) le puede costar desde el punto de vista electoral", evaluó Mariño, quien aún así pidió que se insista para que el encuentro se realice: "Lograrlo sería una muestra de madurez política”.

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