Beren Gökyldiz, la pequeña actriz de "Todo por mi hija"
Beren Gökyldiz tenía apenas siete años cuando, hace dos, protagonizó el éxito turco Todo mi hija (Anne en el original), que emite Telefe de lunes a viernes a las 22.45.
La historia de una niña que sufre abusos y maltratos por parte de su madre y su padrastro conmovió en Turquía y en todos los países donde se emitió. Y la Argentina no es la excepción: el mes pasado la novela fue lo segundo más visto de la televisión abierta con 12,7 de promedio.
Pero sobre todo, sorprendió la actuación de la nena, Melek/Turna en la ficción, que se llevó todas las miradas y los elogios.
¿Quién es esta pequeña gran actriz que hace creíble cada escena donde sufre violencia en el seno de su familia?
Melek/ Turna (los nombres de su personaje en la novela) se llama Beren y nació el 29 de septiembre de 2009 en Estambul. Su talento para la actuación es innato y no tiene antecedentes en su familia: su papá es ingeniero mecánico y su mamá, licenciada en recursos humanos. Pero ahora la mujer dejó de lado su profesión para acompañar a su hija en su incipiente carrera.
Su gracia y carisma traspasan la pantalla e incluso sobreviven al doblaje, y se hicieron notar desde que era un bebé. En su cuenta de Instagram hay fotos y videos que dan cuenta de eso. Y ya tiene 448 mil seguidores.
A los 5 años empezó haciendo publicidades y enseguida llamó la atención por su gran expresividad. La convocaron para una serie, donde hizo una participación y desde entonces no paró de recibir ofertas de trabajo. Pasó por un famoso programa infantil de la televisión de Turquía. Y cuando la vieron desenvolverse ante las cámaras, los productores no dudaron en darle un protagónico. Así llegó en 2016, el dramón Todo por mi hija. La telenovela fue la gran explosión.
Su personaje inspira ternura y conmueve la verosimilitud con la que lo interpreta. Beren demuestra una versatilidad que más de una actriz adulta quisiera tener. Y eso que nunca estudió actuación ni pasó por una clase de teatro. Las únicas clases a las que asisten son las de la escuela primaria que combina con los sets televisivos.
El personaje de Melek/Turna (el primero es como la llama su madre biológica y el segundo, la madre que eligió para que la adoptara) es un sinfín de gestos y mohínes que transmiten alegría, picardía, miedo, astucia, dolor, esperanza y toda una gama de sentimientos contenidos en su mínima figura infantil.
Rodeada de figuras, sus compañeros de elenco (todos actores consagrados y famosos en Turquía), destacan la naturalidad con la que se desenvuelve Beren cuando están grabando, una gran intuitiva.
Una de sus madres de ficción, Gonca Vuslateri, que interpreta a Sule aseguró en una entrevista que no podía creer lo bien que Beren resolvía las escenas más difíciles que les tocó hacer juntas. “Es como una gran actriz en tamaño mini”, dijo. Todos sus compañeros adultos la adoran.
Cansu Dere (Zeynep) que es muy famosa en su país, (fue la protagonista de Sila y Ezel, entre otras) comparte estrellato con su pequeña colega, lo mismo que Vahide Percin que interpreta a Gonul (fue la sultana Hürrem, en la mitad de los capítulos de El Sultán).
La nena cobró más de mil dólares por cada episodio de la telenovela y su cara recorrió medio mundo. Beren contó que para ella actuar es como jugar, y por eso le gusta mucho hacerlo. Dice que se divierte y que le sale fácil llorar, algo que en la telenovela sucede a cada rato. Curiosamente, uno de sus grandes amigos en las grabaciones es el actor Berkay Ates que interpreta a Cengiz, el malvado de la historia y quien más la maltrata. Beren ganó un premio internacional por esta actuación.
Ahora, mientras sigue yendo a la escuela (dice que odia matemáticas e inglés), intercala su trabajo con las cosas que más le gustan hacer: pintar, nadar, bucear e ir a ver partidos de fútbol de su equipo, el Besiktas de Estambul.
Mientras en la Argentina se sigue emitiendo la telenovela, Beren ya filmó una película y una telenovela nueva.
Pero a pesar de tanto trabajo, Beren no está segura de que quiera ser actriz cuando crezca. Por ahora, lo toma con un juego y quiere seguir jugando.
Fuente: Clarín.
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