31 de octubre de 2016

UN TALENTO MADE IN GUAMINÍ

El arte de convertir una simple moneda en una joya

 El calado artesanal de una moneda es una práctica reservada solamente para profesionales y habilidosos. Una técnica digna de ser admirada y de la que Dardo Muñoz puede dar fe.

Las monedas, o más bien las facetas que cultiva Dardo Muñoz, tienen una, dos y más aristas también. Una búsqueda que transita vaya uno a saber qué etapa de su vida.

A los 42 años, este hombre nacido en Guaminí parece haber echado raíces definitivamente en sus pagos. Aunque con él, parece, nunca se sabe.

De hecho, asegura encantarle correrse de tanto en tanto hasta Sierra de la Ventana para mostrar sus artesanías, verdaderas obras de arte hechas justamente con monedas de diferentes países, en general de Latinoamérica.

“El joyero”, “el bibliotecario”, “el guitarrista” o “el motoquero”.

Cualquier enunciado, al cabo, surge cuando se pregunta por Dardo.

Pero fiel a la dictadura del periodista, que decide a veces bien, a veces mal, qué es lo importante y qué no lo es tanto, en este espacio se resalta esa milimétrica, fascinante y talentosa labor que Muñoz lleva a cabo con esas redondeces de metal.

Estudié en el Complejo Educativo de Joyería (CEJ), en Buenos Aires, y a partir de allí me lancé a trabajar de artesano joyero. Es un oficio que me llegó de pronto, tras vincularme a un artesano que conocí hace muchos años y me enganchó a todo lo que sea el trabajo artesanal, incluso en madera. Pero lo mío, hoy, es esto”, y señala una de sus obras, una moneda calada, proveniente de Chile, que le demandó no menos de 12 horas de minuciosa labor.

Dardo, más allá de cultivar ese arte de extrema precisión, es la persona encargada de la Biblioteca Pública y Popular "Mariano Moreno" de Guaminí, que por estos días celebra sus 60 años de vida.

Una hermosa excusa para establecer, desde ese apreciado ámbito de lectura, una serie de espacios artísticos y culturales destinados a la comunidad más precoz del lugar: los niños y adolescentes.

“Como trabajamos a full con la Biblioteca, hay que destacar toda la actividad que lleva a cabo la comuna en el remozado Centro Cultural Municipal Sociedad Española, que data de 1912, tiene capacidad para 300 personas y luce hermosísimo”, menciona Dardo, con inocultable orgullo de guaminense.

“Todo lo que tiene que ver con el arte y la cultura me moviliza”, sostiene, quien revela su pasión por la guitarra.

“Criolla o eléctrica. De hecho, suelo andar por ahí tocando en veladas de tango o de rock”.

De la apacible biblioteca y del puntilloso y creativo trabajo artesanal, a despuntar el “vicio” de la música. Pero también a subirse a una moto y echarse a andar.

“No tenés idea lo que es agarrar la ruta y recorrerla en moto. Suelo ir hasta Monte Hermoso, tranquilo, disfrutando el recorrido, parando dos o tres veces para mirar el paisaje o fumarme un cigarrillo. Y después a seguir el camino. He ido mucho más lejos también. Una forma de liberarse y disfrutar el aire libre”.


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