“Entro en el salón. Me dicen ‘ha muerto’. ¿Acaso puede una comprender esas palabras? Pierre ha muerto, él, a quien sin embargo había visto marcharse por la mañana, él, a quien esperaba estrechar entre mis brazos esa tarde, ya sólo lo volveré a ver muerto y se acabó, para siempre”, expresé la autora.

Así empieza "La ridícula idea de no volver a verte", el libro con el que Rosa Montero le retorció el corazón al mundo con la historia jamás contada de Marie Curie, la primera mujer en obtener un Premio Nobel. 

Polaca de nacimiento y francesa por adopción, radio y del polonio, elementos radiactivos que, paradójicamente, fueron tanto el motivo de su vida como la causa de su muerte.

Rosa Montero retrata en este libro la fascinante vida y su feroz lucha por realizar estudios en escuelas superiores que no admitían mujeres y montar un laboratorio en una tejavana. 

“Fue una polaca espectacular que fue capaz de ganar dos premios Nobel, uno de Física en 1903, junto con su marido, Pierre Curie, y otro de Química en 1911, en solitario”. Y, además, haber entusiasmado y formado a su hija mayor, Irene, quien también ganó el Nobel de Química en 1935, la segunda mujer en obtener ese galardón", contó la autora.

En "La ridícula idea de no volver a verte", Montero describe en sus episodios más notables: se convirtió en viuda de Pierre Curie, a los 47 años, tras al ser atropellado por un carro de caballos. 

A pesar del estremecedor comienzo, la autora aclaró que no se trata de un libro sobre el duelo. La escritora intercala en el libro, con indiscutible mérito, tanto la tragedia de Marie como su propia vivencia a la muerte de su esposo Pablo y sus reflexiones sobre el valor de una mujer que se sobrepone a las dificultades de la vida y a las barreras del machismo.

El libro termina con unas 20 páginas del diario íntimo tras la muerte de su esposo. Es el golpe maestro con el que Montero decide terminar esta obra, en la que el lector experimentará profundas emociones. Fuente Cadena 3