Cuando eso ocurrió el celular del martillero y corredor de comercio no paraba de sonar. Coleccionistas y apasionados de los autos clásicos y antiguos de varias provincias lo llamaban interesados por una reliquia que habían visto en la filmación y que los dejó maravillados. Era una Ford F-100 modelo 1964 color celeste azulado. Tras conocer sus características, varios de ellos viajaron a La Pampa para participar del remate.
El bien salió a la venta sin base, la primera oferta fue de 50.000 pesos, la puja de precios siguió aumentando hasta que el rematador bajó el martillo en 520.000 pesos. La compradora fue una mujer de Trenque Lauquen, Buenos Aires. Este remate se llevó a cabo el 11 de mayo en un campo de la localidad pampeana de Miguel Cané. Fue organizado de manera particular por los integrantes de la asociación del predio rural. El martillero fue Gustavo Peppino de General Pico.

Antigüedad.
«Después que subieron el video a grupos de autos antiguos en Facebook recibí numerosos llamados de coleccionistas y de otras personas desde Buenos Aires, Bahía Blanca, Entre Ríos, Bariloche, Córdoba, interesados en esa camioneta. Querían saber ciertas particularidades: si realmente es original o si había tenido alguna restauración. A todos les respondí que es original de fábrica, tiene 55.000 kilómetros, un excelente estado de conservación y no está tocaba para nada», contó Peppino a LA ARENA.
El rodado formaba parte de los bienes sucesorios de María Adela Iglesia, ex propietaria del campo donde se concretó la subasta. Su familia lo había comprado 0km. «También me preguntaban si es una camioneta para usarla todos los días y los orientaba diciéndoles que creía que era más para tenencia. Y no estuve errado porque la mayoría de los interesados, a medida que iba subiendo el precio, se dieron cuenta que es un vehículo justamente para apreciarlo como una antigüedad coleccionable», agregó.
Al remate asistieron pampeanos, personas de Buenos Aires, Córdoba y «de otros lados porque también se subastaron otros elementos como tractores, cisternas de combustibles, muebles». Todas las miradas estaban puestas en el lote donde se encontraba la camioneta que lucía resplandeciente. «Salió sin base, la primera oferta fue de $50 mil y la última de $520 mil. Fue el valor más alto que se pagó de todos los objetos que salieron a la venta», indicó Peppino y reveló que la compradora del bien fue una mujer de la ciudad bonaerense de Trenque Lauquen, que resultó familiar de la ex propietaria del rodado.
«Cada remate es muy particular y en este caso específico había mucha gente interesada por este tipo de vehículo justamente por las características del mismo», finalizó Peppino. Fuente La Arena