Durante todo el año y en distintos rincones del país se desarrollan populares festivales, concursos y encuentros folclóricos, que movilizan gran cantidad de público. Uno de ellos es el Festival Nacional de Malambo, competencia que se realiza en la localidad cordobesa de Laborde, la cual fue un punto disparador para realizar el documental “Guerrero de Norte y Sur”, el cual relata la vida del pampeano Facundo Arteaga. “Fue una experiencia muy linda y satisfactoria”, aseguró.
Dirigida por Mauricio Halek y Germán Touza, y producida por Elefante Film, la película documental que se estrenó en los cines el pasado jueves 28 de febrero, retrata la pasión, los sentimientos y anhelos del bailarín de malambo oriundo de General Acha. En simples palabras, la pasión por esta danza folclórica tradicional argentina y parte de su universo.
El film muestra el esfuerzo que realiza Arteaga día a día para alcanzar su sueño: coronarse campeón del Festival de Malambo. Muestran así momentos de ensayo, concentración y atención, en palabras de su protagonista: “Es un documental que tiene mucho de realidad, todo lo que un bailarín tiene que transitar”.
Según confirmó el propio Arteaga, “Guerrero de Norte y Sur” tendría su estreno oficial en Santa Rosa en el mes de abril. “Están gestionando para que se proyecte en el Espacio Incaa en el Centro Municipal de Cultura”, precisó el protagonista a LA ARENA, quien admitió que -por un viaje a España- aún no pudo ver la película y planea hacerlo en dicha “premier” en esta ciudad.

“Rompe el molde”.
En declaraciones a este diario, el bailarín pampeano contó que lo que se ve en “Guerrero” es producto de dos años de rodaje. La filmación se realizó en varias locaciones: Intendente Alvear, Santa Rosa, en el campo pampeano y en Buenos Aires”.
Sobre la película, el pampeano aseguró que “es una producción que rompe el ‘molde'” con las películas que estamos acostumbrados a ver y señaló, además, que “como es un momento complicado en el país, la idea de esfuerzo y de lucha capta mucho, y esta película cuenta que el éxito no es lograr ganar o ser campeón, sino transitar el camino”.
Aunque aún no pudo apreciar la película, Arteaga explicó -y mostró su sorpresa- de que “las críticas en los diarios fueron muy buenas y tuvo buena recepción del público”. La producción -que tuvo el apoyo del Incaa- recibió reconocimientos en festivales internacionales.

“Fue muy loco”.
Sin dudas, convivir con un equipo de rodaje fue algo único y diferente. Más, si se tiene en cuenta que era la primera incursión audiovisual de Arteaga. Es por ello que el bailarín admitió que tuvo “un poco de miedo a quedar expuesto” por que “a veces era muy loco, vivían conmigo en todo momento. Pero lo importante es que fueron muy respetuosos”.
“Fue una experiencia linda y satisfactoria” pero “difícil”, porque “fue muy extraño” estar “tratar en todo momento de hacer tu vida y de olvidarte de que están filmando”, remarcó el protagonista, quien explicó que fue un desafío tratar de “abrir tu vida para compartir, en los términos del malambo, todo el esfuerzo constante que uno hace”.

Directores.
Con respecto a la elección de la temática para el documental, el realizador Germán Touza comentó a ShowMardel que “les pareció un mundo muy atractivo para ir con la cámara y filmar”. “Entonces empezamos a investigar sobre el festival, leímos algunos libros y nos pusimos en contacto con personas que conocían ese mundo. Cuando nos enteramos que entre los bailarines de malambo había una promesa tácita de que quien se convierte en campeón luego no zapatea más en su vida, nos pareció tan atractivo que nos decidimos a escribir un guión”, agregó.
Una vez compuesto el guión, los directores debieron enfrentar el siguiente dilema: la elección del protagonista. “Sabíamos que lo queríamos encarar desde el punto de vista de un malambista que tuviera la aspiración de ser campeón nacional y que además tuviera reales chances de conseguirlo”, explicó al mencionado medio.
Así fue que, a través de una bailarina en común que conocían, conectaron con Arteaga. Tuvieron varias reuniones con él, hablando un poco de la idea y escuchando sobre cómo era que el malambo se articulaba con su vida personal. Es así que les pareció la persona ideal para protagonizar el documental. Fuente La Arena