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POLICIALES

27 de octubre de 2017

Ezequiel Demonty y Franco Casco

Los casos que podrían ser antecedente en la muerte de Santiago Maldonado

Ezequiel Demonty y Franco Casco fueron víctimas de la violencia institucional. Ambos cuerpos aparecieron flotando en el agua y gracias a la investigación se comprobó que habían sido torturados. Las similitudes con el caso de Santiago Maldonado.

“El cuerpo no tiene lesiones”, fue lo primero que dijo el juez Guillermo Lleral cuando terminó la autopsia en el cuerpo de Santiago Maldonado. A pesar de que todavía falta el resultado de todos los estudios complementarios y hasta el momento no se sabe cómo murió, dónde y cuánto tiempo estuvo en el agua, comenzaron a circular las versiones de que Santiago había fallecido por ahogamiento y que eso desligaba de responsabilidad a la Gendarmería. Sin embargo, existen dos antecedentes recientes que demuestran que la inexistencia de golpes en el cuerpo no necesariamente signifique ausencia de violencia policial. Franco Casco y Ezequiel Demonty murieron en el agua. Lo que no se supo en las autopsias sí lo hicieron las investigaciones: ambos fueron torturados y tirados al agua por efectivos de fuerzas policiales. 

En la noche del 13 de septiembre del 2002, Ezequiel Demonty salió con un grupo de amigos y nunca volvió. Tras siete días de búsqueda, su cuerpo apareció flotando en las aguas del Riachuelo. La autopsia dijo que Ezequiel de 19 años murió ahogado pero con la investigación se pudo demostrar que un grupo de efectivos de la Policía Federal lo interceptaron a él y dos amigos, los torturaron y obligaron a tirarse al Riachuelo. Ezequiel no sabía nadar y murió ahogado.

“Desde el primer momento vimos el caso de Santiago parecido al de Ezequiel. No sólo por la desesperación de la familia, sino porque al igual que ellos, nosotros también sabíamos desde un primer momento que la responsabilidad de su desaparición tenía que ver con las fuerzas de seguridad”, dijo Leonardo Demonty, hermano de Ezequiel a minutouno.com. 

Dos años después del hecho los efectivos Gustavo Somohano, Alfredo Ricardo Fornasari y Gabriel Alejandro Barrionuevo, fueron condenados a prisión perpetua por los delitos de tortura seguida de muerte, privación abusiva de la libertad y torturas reiteradas. También fueron condenados Luis Emilio Funes y Luis Antonio Gutiérrez, aunque obtuvieron penas menores.

“A Ezequiel lo mataron por villero, a Santiago por creer que era un mapuche.Es al misma lógica con la que se manejan las fuerzas de seguridad.A Ezequiel quisieron inventarle causas, que estaba robando, que hacía disturbios. Todo era mentira”, explicó Leonardo.Leonardo no puede evitar emocionarse cuando piensa en el sufrimiento de la familia de Santiago. “Estamos acostumbrados a acompañar otros casos de violencia institucional. pero me pasó de que las imágenes de televisión de la búsqueda de Prefectura en el agua y nos removió todo. Era como estar buscando a mi hermano otra vez”, señaló. 

Franco tenía 20 años cuando su cuerpo apareció flotando en el Río Paraná. Era el 6 de octubre cuando fue visto por última vez.

Franco había salido de la casa de sus tíos rumbo a la estación de trenes Rosario Norte y en circunstancias que están aún en investigación apareció muerto 24 días después.Lo que se sabe es que antes de eso, Franco fue detenido en la comisaría 7° del barrio Luis Agote.

La autopsia había asegurado que no tenía signos de violencia pero luego tras un informe odontológico complementario se descubrió que había sido torturado antes de ser arrojado al río. 

“Tanto en el caso de Franco como en el de Santiago podemos ver la clara forma de obrar que tienen las fuerzas de seguridad. En el caso de Franco quedó de manifiesto la práctica sistemática pero clandestina de detener personas, llevarlas a la comisaría y cometer distintos tipos de maltrato. En el caso de Franco el final fue lamentable”, explicó a minutouno.com Guillermo Campana, abogado querellante de la causa.

“Nosotros denunciamos la desaparición forzada desde el principio y la investigación nos dio la razón”, asegura.La causa se encuentra en pleno proceso de instrucción.

Al momento, hay 30 policías procesados por el delito de desaparición forzada. De esa cantidad, hay 15 que están presos ante el peligro de fuga. La pena del delito que se les imputa es la de prisión perpetua. Fuente minutouno.com.

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