En septiembre del año pasado este diario reveló una curiosa modalidad delictiva que por primera vez se implementaba en La Pampa: el robo con inhibidores de cierre centralizado en distintos automóviles. Cuando estaba por comenzar la primavera de 2016, varios santarroseños habían sido víctimas de hurtos, confiados de que habían cerrado sus autos correctamente. Algunos de esos hechos fueron denunciados pero nunca se encontró a los culpables, se sospechaba que eran de otra provincia. Ahora, la modalidad vuelve a ser utilizada en la ciudad, según pudo confirmar este diario.
Tal como ocurrió el año pasado, la zona céntrica de la ciudad es escenario del delito cometido con inhibidores. A nuestra redacción llegaron testimonios de personas que habrían sufrido el robo de notebooks, maletines y objetos de valor en autos estacionados sobre la calle Mansilla.
“Hemos tenido algunos casos hace unos 20 días. Esta es una modalidad que está instalada en las grandes ciudades del país. Los delincuentes trabajan en el momento en que el dueño del auto se aleja confiado, pensando que las puertas se cerraron. Es importante que chequeen el cierre. Se debe verificar que luego de apretar el boton del mando a distancia el auto efectivamente haya quedado cerrado.
Generalmente estas personas no roban autos sino lo que hay adentro de ellos”, dijo una fuente de la Brigada de Investigaciones consultada por este diario.¿Cómo es el inhibidor?
El inhibidor de cierre permite realizar un robo perfecto: sin ruidos, sin violencia, sin dejar rastro. Es un aparato que se asemeja a un handy de los usados por la policía y vale no más de 500 pesos. Puede accionarse a menos de 30 metros y es efectivo aún para la seguridad del auto más costoso. Los artefactos pueden comprarse por Internet y en algunos casos, son traídos desde Paraguay. En provincias como Córdoba, la modalidad hizo estragos en 2015 y se dio a conocer como el dispositivo “abracadabra”.Fuente La Arena