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SOCIEDAD

21 de octubre de 2017

Shoi fabrica

El jean o vaquero, la prenda más usada del mundo, tiene una marca auténticamente pampeana

Shoi fabrica y vende pantalones elaborados por una cadena de emprendedores de la provincia. Una apuesta por la calidad y el buen precio.
Es el uniforme de la humanidad. Sin dudas. Está en todos los placares y se mantiene como un símbolo de juventud, rebeldía e igualdad. Es la prenda más vestida en el mundo por hombres y mujeres por igual. Ya tiene más de 140 años de vida y es considerada la más democrática: no diferencia edades, alturas, pesos, clases sociales, sexos, ideologías ni usos. Se lo calzan todas y todos.
El jean o pantalón vaquero es un ícono inigualable de la moda del siglo XX y como sucede con tantas otras cosas llegan al país, y a la provincia, desde afuera. Romper esa tendencia tan instalada es lo que se propusieron dos parejas de socios al crear Shoi, un jean “100 por ciento pampeano”.
“Hasta hace un tiempo comprábamos pantalones en Buenos Aires y los vendíamos en la provincia hasta que, como le pasa a mucha gente, nos preguntamos: ‘¿Por qué no lo hacemos nosotros?’ Nos pusimos a trabajar y vimos que podíamos, así que el siguiente paso fue primordial: hacer un producto que tenga el sello pampeano, enteramente de la provincia”, contó Oscar Tame (44), uno de los responsables de Shoi, la firma que se puso en marcha en abril pasado y hoy ya tiene una producción mensual de 500 jeans.
Tame, junto a su mujer Silvana Abraham (40) y a la pareja que conforman Angeles Homann (27) y Alejandro Reneiro (33), se contactaron con una fábrica de pantalones que funciona en General Pico y pusieron en marcha el primer eslabón de una larga cadena que involucra a distintos emprendedores de la provincia.
“Empezamos a fines de abril. Una vez que conseguimos el calce y lo que es la parte de arriba del jean se inició el proceso de diseñar los distintos modelos de acuerdo a la demanda. Desde el vamos intentamos darle una impronta nuestra, bien pampeana. Los cuatro estamos convencidos de que La Pampa puede producir cosas, hay capacidad de producción dentro de la provincia y por eso en Shoi participan todos pampeanos: la fabricación se hace en Pico, luego va a lavaderos en Realicó y de ahí el jean viene a Santa Rosa para que se le coloquen las etiquetas y las costuras de los pasacintos. Salvo el denim (la tela del jean), que acá no se consigue, todo el resto es producción local”, describió Tame.
Pedro Pardo, un diseñador textil que trabajó para marcas nacionales e internacionales, es quien está a cargo de los distintos diseños que propone el emprendimiento santarroseño.
Precio y calidad.
Shoi tiene su distribuidora en la calle Urquiza al 300 de Santa Rosa. De allí vende a mayoristas su línea, que en principio fue femenina y luego se extendió a masculina, y que se proyecta también hacia la infantil. Los jeans se consiguen en negocios de Santa Rosa, General Pico, Macachín, Doblas, General Acha, Intendente Alvear e incluso fuera de la provincia: Mendoza, San Luis y hasta en Salta.
“Nos contactó gente de Salta y les gustó la combinación precio calidad. Ese es nuestro punto fuerte de competencia: tenemos muy buena calidad, un buen calce, a un precio muy bueno, entre los 400 y los 460 pesos. Salimos negocio por negocio, visitamos pueblos, lo que buscamos es ser una alternativa a los tour de compras en Bueno Aires. En igualdad de calidad tenemos un precio muy competitivo”, aseguró Tame sobre un rubro en el que, más que otros, es difícil abrir mercados.
“Es muy complicado ser profeta en tu tierra -admite Tame-, es difícil imponer algo que sea fabricado en La Pampa. Nos pasa que viene gente y te dice ‘qué buena calidad, qué buena terminación, todo lindo’, pero compran otra marca. Es así, pero recién empezamos, estamos aprendiendo todo el tiempo, corrigiendo, buscamos constantemente lo que es la tendencia y lo adaptamos, así que confiamos mucho en lo que hacemos”.
Identidad pampeana.
Un aspecto que diferencia a la minipyme tiene que ver con la imagen, desde el nombre y el logo hasta la etiqueta, un “packaging” que apuesta por lo enteramente pampeano.
“En principio buscamos una palabra lo más parecido a jean y encontramos Shoi que en lengua ranquel significa algarrobo. Después buscamos un logo representativo así que elegimos el caldén y en cada etiqueta buscamos una palabra que a la vez sirva para conocer algo de la provincia: pampa, Atuel, huitrú. Se describe el significado y la foto es algo que identifica a La Pampa”.
El emprendimiento tiene por ahora un formato artesanal, pero el crecimiento en pocos meses permitió abrirse a ofrecer también productos de lencería femenina.
“Lo nuestro es artesanal y nos estamos asentando en un mercado que es difícil y en un momento donde la industria textil es una de las más castigadas. Aspiramos a producir hasta tres mil jeans mensuales, veremos la demanda, pero si se da podemos cumplirla. Y ahora incorporamos la línea de lencería que se fabrica en Toay, y todo el packaging lo hacen chicos de Santa Rosa”, describió Oscar sobre una empresa que solo apunta a la venta mayorista.
Si bien el jean “democratizó la moda”, hay un dato que es clave para la mayoría: el calce. “Es así, en eso no hay muchas vueltas. El jean es fiel, si te va bien el calce vos seguís con la marca, lo difícil es llegar a esa fidelidad, pero a la vez es a lo que apuntamos porque el calce es la clave”.
Shoi ya se prepara para la temporada de verano y por eso en breve la marca lanzará la línea de shorts de jeans, una variante más de una prenda que nació como uniforme de trabajo y hoy es uniforme de la humanidad. Una prenda que hoy también tiene un sello auténticamente pampeano. Fuente La Arena

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