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POLICIALES

21 de mayo de 2017

Investigarían posibles fallas en la causa por una misteriosa muerte

Ante la sospecha de que existe ocultamiento y destrucción de pruebas, en el marco de la investigación por la muerte de Roberto Mario Schlenker (27), en un campo de Jacinto Aráuz

Ante la sospecha de que existe ocultamiento y destrucción de pruebas, en el marco de la investigación por la muerte de Roberto Mario Schlenker (27), en un campo de Jacinto Aráuz, familiares de la víctima recurrieron a la Procuración General de la provincia de La Pampa, que podría ordenar una causa paralela para determinar si existieron irregularidades.

 El doctor Rolando Manuel Contreras, abogado de María Ana Lantman, madre del joven fallecido, se presentaría hoy ante el jefe de los fiscales para ratificar la denuncia, ya que entienden que se "disfrazó un homicidio haciéndolo aparecer en las actuaciones como un suicidio".

 Schlenker fue hallado sin vida el sábado 15 de septiembre de 2001, acostado en una cama, en la vivienda que ocupaba como encargado de un campo ubicado a unos 30 kilómetros de Aráuz, su lugar de origen.

 Su padre, un hermano y un cuñado, que llegaron al establecimiento extrañados porque el joven --como solía hacerlo los fines de semana-- no había regresado a su domicilio, fueron los encargados de descubrir el desgraciado cuadro en horas de la noche.

 Roberto sostenía con su brazo derecho la carabina de la que partió el tiro que impactó en su cráneo y, si bien todo hacía suponer que se trató de un suicidio, sus familiares se resisten a creer esa versión y aseguran que alguien tomó intervención en el hecho.

La Cámara del Crimen Nº 1, de Santa Rosa, ya rechazó, por inviable, la recusación del juez de Instrucción y Correccional Nº 2, de General Acha, doctor Alvaro José Reyes, quien está al frente del expediente, y recientemente descartó un pedido de nulidad de lo actuado, aunque dejó abierta la posibilidad de que se instruya por separado.

 Esto allanó el camino para la presentación ante el procurador, quien, a criterio del doctor Contreras, "va a dar curso", porque "los hechos que se denuncian tienen entidad suficiente como para abrir una investigación".

 "Lo que se está poniendo en duda es la honestidad del procedimiento policial y parte del procedimiento judicial. Tenemos en claro que se disfrazó un homicidio haciéndolo aparecer en las actuaciones como un suicidio. Los elementos de prueba que nosotros aportamos son contundentes y el juez se negó sistemáticamente a autorizar las pruebas", dijo.

 En ese sentido, citó el caso de la exhumación del cadáver para realizar una nueva autopsia.

 Según su familia, el joven presentaba un tiro detrás de una oreja, que se ejecutó con un arma larga. De acuerdo con el largo del brazo y las características de la carabina, sería imposible que se haya disparado de esa manera. 

 "El juez (Reyes) no investigó nada desde un principio y el comisario (Jorge Ricardo) Servetto trató de tapar todo también; es una cosa que no tiene nombre", manifestó la madre de Schlenker, durante una entrevista publicada por "La Nueva Provincia".

 Su abogado, en tanto, aclaró que no incluye en las sospechas a Reyes, aunque sí a Servetto y al médico forense que realizó la necropsia.

Supuestas irregularidades. Contreras aseguró que el comisario no preservó la escena, movió y ocultó pruebas claves y pasó por alto tres manchas de sangre que se podían advertir en una pared de la cocina del mismo inmueble, lejos de la posición del cadáver.

 "Sobre el fraude en el proceso, la facilitación de instrumentos públicos y la destrucción de pruebas, tenemos, a nuestro modo de ver, probados esos extremos, que nos permiten dirigir una imputación contra el comisario Servetto, el secretario de instrucción policial (Marcelo Osmar) Alarcón y, en principio, contra el médico forense (Jorge Alberto) Di Liscia, con asiento en General Acha", amplió.

 La familia Schlenker criticó también al empleador de la víctima, Eduardo Alfredo Antonelli.

 "Nunca más dio la cara y sé que mi hijo discutía fuerte con el patrón, porque le debía sueldos y lo hacía vender corderos para que pudiera cobrar, pero a mi hijo no le gustaba, porque, además de trabajar, tenía que vender los corderos para cobrar", afirmó Lantman.

Marcha en Santa Rosa

 Familiares de Schlenker y el abogado Contreras participaron, a mediados de mayo, de una multitudinaria marcha de silencio que se llevó a cabo en la capital pampeana, organizada por allegados a víctimas de distintos crímenes impunes.

 "Confluyeron varios casos con el reclamo de quienes se sienten privados de justicia. Fue una marcha importante para la ciudad de Santa Rosa, que no está acostumbrada a este tipo de pronunciamientos populares. Incluso llamó la atención de las autoridades", sostuvo el letrado. "El hecho de Schlenker es paradigmático y doloroso, porque pone de manifiesto el desamparo de la comunidad cuando se le sustrae la justicia", concluyó. Fuente La Nueva

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